jueves, 29 de enero de 2009

El Rabinato de Israel rompió relaciones con la Santa Sede tras la rehabilitación de un obispo lefebvrista

CIUDAD DEL VATICANO.- La crisis entre el Vaticano y la comunidad judía, originada tras la anulación de la excomunión de cuatro obispos ultraconservadores, se profundizó ayer. El Rabinato de Israel rompió relaciones con la Santa Sede, ante la decisión papal de rehabilitar a un obispo lefebvrista que negó públicamente el Holocausto.

Las más alta autoridad religiosa del Estado judío, el rabino Oded Weiner, envió una carta al Vaticano en la que expresó su "dolor y pena" ante la decisión papal. "Será muy difícil que el Rabinato de Israel continúe su diálogo con el Vaticano como antes", dice la misiva. Además, según informó la agencia AP, el Rabinato canceló un encuentro con el Vaticano, programado entre el 2 y 4 de marzo próximos.

Horas antes, Benedicto XVI había tenido un gesto destinado a evitar este alejamiento. El Papa expresó su "indiscutible solidaridad" con los "hermanos judíos", y advirtió que no tolerará denegación alguna del Holocausto.

Según el diario Jerusalem Post, el director general del Rabinato, Oded Weiner, envió una carta al cardenal Walter Kasper, presidente del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos, en la que comunicaba la indignación por la rehabilitación del obispo Richard Williamson. El y otros tres obispos fueron excomulgados hace 20 años luego de ser consagrados por el arzobispo ultraconservador Marcel Lefebvre sin consentimiento papal.

En la misiva se afirmó que será "difícil proseguir el diálogo con el Vaticano" si no hay un acto de disculpas públicas y de retractación de las declaraciones sobre el Holocausto de Williamson. El obispo negó, en una entrevista con la televisión sueca, que existiesen las cámaras de gas nazis y aseguró que en los campos de concentración murieron "de 200.000 a 300.000 judíos", y no los seis millones que se calculan.

"Mientras renuevo con afecto la expresión de mi plena e indiscutible solidaridad con nuestros hermanos judíos, auspicio que la memoria de la Shoah induzca a la humanidad a reflexionar sobre la imprevisible potencia del mal cuando conquista el corazón del hombre", dijo el Pontífice ayer.

Contra el olvido

El Rabinato de Israel rompió relaciones con la Santa Sede tras la rehabilitación de un obispo lefebvrista. El Papa, que no mencionó a Williamson, pidió "que el Holocausto sea una advertencia contra el olvido, la negación y el reduccionismo, porque la violencia hecha contra un solo ser humano es violencia contra todos". Así, el Vaticano expresó su intención de que el diálogo con el Rabinato de Israel pueda continuar.

"Las palabras del Papa deberían ser más que suficientes para responder a las expectativas de quien expresa dudas sobre la posición de la Iglesia Católica", afirmó Federico Lombardi, vocero de la Santa Sede.

Además de a Williamson, la decisión de Benedicto XVI benefició al suizo Bernard Fellay, superior de la Fraternidad San Pío X, creada por Lefebvre; al español Alfonso de Gallareta, y al francés Tissier de Mallerais. Lefebvre fundó la comunidad en 1969, en oposición a las reformas del Concilio Vaticano II, particularmente la autorización de celebrar misas en idiomas locales.

Para varios vaticanistas, el Papa tomó la decisión de levantar la excomunión sin consultar a sus colaboradores internos de la Curia, responsables de las relaciones con la comunidad judía.

Agencias AFP, ANSA y AP

Tomado de Panorama Católico Internacional

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