miércoles, 22 de abril de 2009

Maldita droga

Un sacerdote integrante del equipo de curas que denunció en las últimas semanas el tráfico de drogas y el aumento del consumo de estupefacientes en las villas de la Capital Federal recibió "amenazas", según reveló esta mañana el cardenal Jorge Bergoglio.

El arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado de la Argentina instó a no tener "miedo a la luz aunque pueda costar dificultades", tras denunciar las amenazas que sufrió uno de los sacerdotes de la Arquidiócesis porteña.

Al hablar esta mañana en la homilía de una misa celebrada en las escalinatas de la Catedral porteña, frente a la Plaza de Mayo, Bergoglio sostuvo que esas amenazas "no son chaucha y palito" y que no se sabe "dónde pueden terminar".

También se solidarizó con los sacerdotes que trabajan en las villas de emergencia y que advirtieron públicamente en un documento acerca del aumento del consumo de drogas en esos asentamientos, al señalar: "yo como obispo y todos los obispos auxiliares avalamos eso (el trabajo de los curas) porque tenemos que cuidar a nuestras crías", en referencia a los chicos y adolescentes.

Acerca de las amenazas a las que hizo referencia, no brindó mayores precisiones, pero subrayó: "esas amenazas no son chaucha y palito. Denunciás esas tinieblas (de la droga) y te empiezan a amenazar".

"Hay hombres y mujeres que se consocian para llevar adelante las tinieblas, como felicidad fácil, como felicidad al alcance de la mano", añadió.

El cardenal también sostuvo: "No tenemos idea de lo grave que es esta propuesta tenebrosa de la droga, esta corrupción que llega a repartirse en las esquinas de las escuelas".

Bergoglio se pronunció en esos términos durante una misa celebrada en las puertas de la Catedral Metropolitana, dirigida a educadores y estudiantes de colegios de la Ciudad.

Por eso mismo, hacia el final de la homilía, se dirigió a los adolescentes e hizo una nueva referencia a las drogas: "Caminen por la luz, no se dejen seducir por los mercaderes de las tinieblas. Abran su corazón a la luz aunque cueste. No se dejen encadenar por esas promesas que parecen de libertad, pero son de opresión. Sigan adelante. El mundo es de ustedes. Vivan en la luz y vivan en la alegría", dijo.

Por su parte, el sacerdote Gustavo Carrara, integrante de la Comisión Arquidiocesana para la Pastoral en Villas de Emergencia, ratificó al sitio on line Infobae.com que existieron las amenazas, pero dijo que por el momento "no se revelará el nombre" de quien las recibió.

El viernes 3 de este mes, la Comisión Arquidiocesana para la Pastoral en Villas de Emergencia, dependiente del Arzobispado de Buenos Aires, había advertido públicamente que el consumo de drogas en los asentamientos "ya está despenalizado" y señaló que si la Corte Suprema sigue adelante con ese proyecto esta situación "se propagará a otros sectores de la sociedad".

Además, los sacerdotes que integran esa comisión solicitaron en ese momento que el cambio comience cuanto antes y desde todos los ámbitos, incluso desde el jardín de infantes, con clases didácticas que traten el problema de las adicciones.

Así lo hicieron saber en un documento donde se criticó duramente el desempeño de "las autoridades que no hacen nada por los adolescentes y jóvenes que tienen veneno en sus manos".

El documento fue firmado por 19 sacerdotes que viven en las distintas villas de emergencia de la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense, doce de los cuales son allegados al cardenal Bergoglio, quien hoy avaló ese trabajo.

En el texto se señaló, entre otros conceptos: "¿Ministros y jueces conocen la situación en nuestros barrios? ¿Han dialogado con el hombre común de la villa? ¿Se han sentado a elaborar con ellos proyectos liberadores -la droga esclaviza- o, simplemente, se piensa en implementar recetas de otras latitudes? ¿Cómo decodifican nuestros adolescentes y jóvenes el mensaje: se puede consumir libremente, por ejemplo, cocaína?".

"El lado oscuro de nuestros barrios, es la droga instalada desde hace años. Entre nosotros la droga está despenalizada de hecho. Se la puede tener, llevar, consumir sin ser prácticamente molestado", admitieron en el texto presentado en la escuela de oficios "Padre Daniel de la Sierra", muy próxima a la Villa 21, en el límite de los barrios de Pompeya y Barracas, en el sur de la Capital Federal.

Asimismo, los sacerdotes aclararon que los problemas de la droga no parten de la villa y que de esa manera se "genera confusión" en la sociedad.

"El problema no es la villa sino el narcotráfico. La mayoría de los que se enriquecen con el narcotráfico no viven en las villas, en estos barrios donde se corta la luz, donde una ambulancia tarda en entrar, donde es común ver cloacas rebalsadas", explicaron.

Visto en Seprin

Nota Romanista: El máximo responsable por la droga y por ende de los ASESINATOS SICÓPATAS, es el ministro ANIBAL F.

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