TENOR DE LA SENTENCIA DE MUERTE QUE DIO PILATOS CONTRA JESUS NAZARENO
Yo
Poncio Pilatos, presidente en la inferior Galilea, aquí en Jerusalén regente
del Imperio romano, dentro del palacio de archipresidencía, juzgo, sentencio y
pronuncio que condeno a muerte a Jesús, llamado de la plebe Nazareno, y de,
patria Galileo, hombre sedicioso, contrario de la ley de nuestro, Senado y del
grande emperador Tiberio César. Y por la dicha mi sentencia determino que su
muerte sea en cruz, fijado con clavos a usanza de reos; porque aquí, juntando y
congregando cada día muchos hombres pobres y ricos, no ha cesado de remover
tumultos por toda Judea, haciéndose Hijo de Dios y Rey de Israel, con
amenazarles la ruina de esta tan insigne ciudad de Jerusalén y su templo, y del
sacro Imperio, negando el tributo al César, y por haber tenido atrevimiento de
entrar con ramos y triunfo con gran parte de la plebe dentro de la misma ciudad
de Jerusalén y en el sacro templo de Salomón.
Mando
al primer centurión, llamado Quinto Cornelio, que le lleve por la dicha ciudad
de, Jerusalén a la vergüenza, ligado así como esta, azotado por mi mandamiento.
Y séanle puestas sus vestiduras para que sea conocido de todos, y la propia
cruz en que ha de ser crucificado. Vaya en medio de los otros dos ladrones por
todas las calles públicas, que asimismo están condenados a muerto por hurtos y
homicidios que han cometido, para, que de esta manera sea ejemplo de todas las gentes
y malhechores.
Quiero
asimismo y mando por esta mi sentencia, que después de haber así traído por las
calles públicas a este malhechor, le saquen de la ciudad por la puerta Pagora,
la que ahora es, llamada Antoniana, y con voz de pregonero que diga todas estas
culpas en esta mi sentencia expresadas, le, lleven al monte que se dice
Calvario, donde se acostumbra a ejecutar y hacer la justicia de los malhechores
facinerosos, y allí fijado y crucificado en la misma cruz que llevare (como
arriba se dijo), quede su cuerpo colgado entre los dichos dos ladrones. Y sobre
la cruz, que es en lo más alto de ella, le sea puesto el título de su nombre en
las tres lenguas que ahora más se usan; conviene a saber: hebrea, griega y
latina, y que en todas ellas y cada una diga: ESTE ES JESUS NAZARENO, REY DE
LOS JUDÍOS, para que todos lo entiendan y sea conocido de todos.
Asimismo
mando, so pena de perdición de bienes y de la vida y de rebelión al Imperio
romano, que ninguno, de cualquiera estado y condición que sea, se atreva temerariamente
a impedir la dicha justicia por mí mandada hacer, pronunciada, administrada y
ejecutada con todo rigor, según los decretos y leyes romanas y hebreas.
Año
de la creación del mundo cinco mil doscientos treinta y tres, día veinticinco
de marzo.
Pontius
Pilatus Judex et Gubernator Galileae inferioris pro Romano Imperio qui supra propia
manu.
Fuente: Sor Maria de Jesus de Agreda, Vida de la Virgen Maria, Capitulo 28
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