Adorar a su Hijo, nuestro Señor.
Todo lo meditaba y lo guardaba en su corazón.
Como prenda bendita, se extasiaba en contemplación.
Cuando en arrullos, meciendo la prenda divina.
Cuando en suspiros, bebiendo el cáliz de la pasión.
¿Cómo he de hacer María, para imitarte yo?
Hazme ferviente adorador, Intercede Señora,
Madre de la prenda salvadora, ilumina la hora
Que en vela a tu hijo, mi alma quede sola.
Por: Felipe Santos Campaña.
1 comentario:
Este hermoso poema dedicado a nuestra madre lo compuso un sacerdote amigo mio, es poeta y escritor.
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