viernes, 18 de septiembre de 2009

Remotos orígenes del altar (I)

Visiones de la beata Ana Catalina Emerich: La ofrenda del pan y el vino de Melquisedec:

"Vi varias veces, a Melchisédec con Abraham. Venía de la misma forma que los ángeles que a menudo se manifestaban a Abraham, un día, le pidió hacer una triple ofrenda de palomas y otras aves y le profetizó la suerte de Sodoma y de Lot, anunciándole que volvería de nuevo para realizar la ofrenda del pan y el vino. Indicaba también que Abraham debía pedir a Dios en la oración. Abraham esperaba con respeto delante de Melchisédec, la ofrenda profetizada y por eso construyó un muy bonito altar que y lo rodeó de un cenador. Melchisedec, al llegar para la ofrenda del pan y el vino, se hizo anunciar a Abraham como rey de Salem, mediante mensajeros. Abraham fue a su encuentro, se arrodilló ante él y recibió su bendición. Esto pasó en un valle al sur del llano fértil que se extiende hacia Gaza.

El Melchisedec vino de la región donde después se elevo Jerusalén. Él tenía con él a un animal muy ágil de un color gris. Este tenía un cuello corto, amplio, y estaba cargado a ambos lados. En uno, había una barrica de vino, apostado en el lado que está contra la bestia; en el otro, era una caja que contiene panes planos, de forma oval, igualmente el Cáliz que después vi usado en la Última Cena para su su celebracion, y cubos en forma de pequeñas copas. Estos cubos no eran, ni del oro, ni plata, sino como de una piedra preciosa translúcida y morena. Ellos no me parecieron haber sido fabricados por el hombre, ellos los miraban como si ellos hubieran crecido.

La impresión hecha por Melchisedec era similar a la producida por el Señor durante Su enseñanza en la vida. Él era muy alto y delgado, notablemente grave y dulce. Llevaba un traje largo, tan blanco y luminoso, que me recordó del vestido blanco que rodeó al Señor en Su Transfiguración.

La túnica de Abraham era totalmente apagada en comparación. También llevaba un cinturón adornado de letras, como lo tuvieron más tarde los sacerdotes judíos, y vi su cabeza cubierta con una mitra gótica para el sacrificio. Sus cabellos eran de un color amarillo brillante, como de la seda y su semblante muy luminoso.

Cuando Melquisedec se acerco, se encontró con Abraham; el rey de Sodoma ya había establecido sus campamentos no lejos de este, y en los alrededores estaban numerosas personas con animales, sacos y cajas de caudales. Ellos todos estaban muy silenciosos y preparados para una fiesta, llenos de respeto hacia Melchisedec cuya presencia los intimidaba. Melchisédec se acercó al altar: se encontraba allí una especie de templo en el cual depositó el cáliz donde había una abertura sobre el altar, sin duda para el sacrificio. Así como a cada ceremonia de ofrenda, Abraham había dispuesto los huesos de Adán sobre el altar, reliquias que Noé guardo con él en el Arca. Delante de estas reliquias, suplicaban que Dios cumpliera la promesa del futuro Mesías anunciado a Adán.

Melchisedec extendió primero sobre el altar una cubierta roja que había traído con él, luego, un mantel blanco transparente. Su ceremonia me recordó la Cena del Señor. Lo vi elevar el pan y el vino, la oferta, la bendición y la ruptura. Le alcanzo a Abraham el cáliz que debía servir más tarde para la Última Cena con el fin de que él pudiera beber. Otros bebieron en los pequeños cubiletes que fueron presentados a todo el pueblo por Abraham y a los asistentes más cercanos. Así como los panes en pedazos. Recibieron pedazos más grandes que los que se consagraron en la Cena. Vi estos pedazos brillar, benditos, y consagrados. Los ángeles no pueden consagrar. Todos ellos fueron estimulados a volverse hacia Dios.

Melchisédec le tendió a Abraham el pan y el vino para su uso. Y éste recibió un pan más fino y más luminoso que lo demás. Con ello saco gran fuerza y tal energía de fe que más tarde en la orden de Dios no vacilaría en sacrificar a su hijo. Melquisedec profetizó y dijo estas palabras: este no es lo que Moisés dará a los Levitas sobre el Sinaí. Sé no si Abraham también ofreció el sacrificio del pan y vino, pero sé realmente que el Cáliz del cual él bebió era el mismo usado por Jesús en la creación del Misterio más Sagrado.

Cuando Melchisédech dio la Bendición a Abraham en el momento de la ofrenda del pan y del vino, al mismo tiempo le instituyó sacerdote. Pronunció sobre él estas palabras " el Señor le dice a mi señor: ocupa un escaño en mi derecha. Eres sacerdote para siempre según la orden de Melchisédec. El Señor lo juró y El no se retractara en absoluto”. Él extendió sus manos sobre Abraham, y Abraham le dio diezmo. Entendí el significado profundo de Abraham dando el diezmo después de su ordenación. Pero la razón de su importancia, ya no recuerdo

Vi también que David, haciendo este Salmo, tuvo una visión de la ordenación de Abraham por Melchisedec, y que él repitió proféticamente. Las palabras, "Siéntate a mi mano derecha," tienen un significado peculiar. Cuando en la Generación eterna del Verbo me es mostrada en visión, vi al Hijo salir de la derecha del Padre como forma luminosa rodeada por un triángulo, como cuando se representa al Ojo de Dios, y en la esquina superior vi al Espíritu Santo. ¡Pero es inexpresable!

Vi que Eva vino de la derecha de Adán, que los Patriarcas llevaban la Bendición en su derecha, y que ellos colocaron a sus hijos a quienes bendijeron sobre su derecha. Jesús recibió el golpe de la lanza en Su derecha, y la Iglesia nació de su parte derecha. Cuando entramos en la Iglesia, entramos en la derecha de Jesús, y estamos en Él unidos a Su Padre Divino

Pienso que la misión de Melchisedec sobre la tierra fue terminada con este sacrificio y la ordenación de Abraham, ya que después no lo vi más. El Cáliz con las seis tazas se las entregó a Abraham."

Fuente: http://visiones.ana.catalina.emmerick.googlepages.com/abrahammoises3

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