sábado, 10 de enero de 2009

"Jesús, María, Os Amo, Salvad las Almas"

Sor María Consolata Betrone-Monja Clarisa Capuchina (1903- 1946)-Turín - Italia

Su nombre de profesión: "Consolata", representa su vocación, que es ser consoladora del Corazón de Jesús y de todos aquellos que no pueden percibir o acoger el amor del Señor.

Mensaje de amor que el Sagrado Corazón de Jesús lanza al mundo para salvarlo.

La fórmula de este Acto es:
"Jesús, María, Os Amo, Salvad las Almas"

Allí están los tres amores: Jesús, María, las almas que tanto ama Nuestro Señor y no quiere que se pierdan, habiendo por ellas derramado Su Sangre.

" Yo quiero el amor de mis criaturas; cuando me amen no me ofenderán más. El amor es santidad, y cuánto más me ames, más santa te haré."

" Recuerda que un acto tuyo de amor decide la salvación eterna de un alma, por tanto ten remordimiento de perder un solo: "Jesús, María, Os Amo, Salvad las Almas"

" La virginidad de mente te hace bella e inmaculada, el acto de amor contínuo te hace ardiente como te quiero. Mira, el enemigo lo que quiere es impedirte el acto de amor continuo.

Le decía Jesús: "Piensa en Mí y en las almas. En Mí, para amarme; en las almas para salvarlas (22 de agosto de 1934). Añadía: la renovación de este Acto debe ser frecuente, incesante: Día por día, hora por hora, minuto por minuto"(21 de mayo de 1936).

"Consolata, di a las almas que prefiero un Acto de amor a cualquier otro don que pueda ofrecerme"... " Tengo sed de amor"... (16 de diciembre de 1935).

"¿Quieres hacer penitencia? ¡Ámame!", dijo Nuestro Señor a Sor Consolata. A propósito, recordemos las palabras de Jesucristo al Fariseo Simón sobre Magdalena penitente: "Le son perdonados muchos pecados, porque ha amado mucho".

"Recuerda que un Acto de amor decide la salvación eterna de un alma y, vale como reparación de mil blasfemias. Sólo en el cielo conocerás su valor y fecundidad para salvar almas".

"No pierdas tiempo, todo Acto de amor es un alma". Cuando tengas tiempo libre y no tengas otra cosa que hacer, toma tu corona del Rosario en tus manos y a cada cuenta repite: "Jesús, María, os amo, salvad las almas"... En cuatro o cinco minutos habrás hecho pasar por tus dedos todas las cuentas y habrás salvado 55 almas de pecadores, habrás reparado por 55.000 blasfemias.

"Sor Consolata le pidió un día a Jesús: "Jesús enséñame a orar". Y he aquí la Divina respuesta: " ¿No sabes orar?" ¿Hay acaso oración más hermosa y que sea más grata que el Acto de Amor?

Nuestro Señor le pedía a Sor Consolata que repitiera frecuentemente ese acto de amor hasta ser incesante, es decir, continuamente, porque continuamente van muchas almas al infierno porque no hay quién las salve... Repitamos todo lo que podamos este Acto de amor: "Jesús, María, os amo, salvad las almas", para que sean muchas las almas que arranquemos al infierno para hacerlas felices eternamente en el cielo. Las almas que salvamos con este Acto de Amor, será un día nuestra corona de gloria en el cielo.

Un "Jesús, María, os amo, salvad las almas":
Ayudará a calmar tu indignación, a convertir tu ira en mansedumbre. Sabrás mostrarte benévolo al que te ofende. Devolver bien por mal. Conduce a efectos nobles; palabras verdaderas, obras grandes y sacrificios heroicos, iluminará tu entendimiento con luces sobrenaturales; estimulará el bien, retraerá el mal. Obtendrá el arrepentimiento al pecador; en el justo avivará la fe y le hará suspirar por la felicidad eterna.

Dice San Agustín: "Quien salva un alma, asegura su propia salvación", y quien salva centenares y millares y hasta millones de almas, con un medio tan fácil y tan sencillo, sin salir de su casa, ¿qué premio no tendrá en el cielo?

¿Quieres amarlo a Jesús? amalo a Él y al Prójimo.
¿Cómo le demostraré q lo amo? cumpliendo sus mandamientos. Confesando los pecados y recibiendo la comunión diaria.

Jesús, es amor y te ama, por eso te busca en este momento, y quiere que le ames con todo tu corazon.

Arrepientete y confiesate!!!!

Fuente: Jesús te busca

1 comentario:

Anónimo dijo...

el mejor acto de amor que podemos hacer. es maravilloso acostumbrarse, jesus regala mucha paz.